Paseando por el bosque me encontré estos gnomos.
Que no os engañe su aspecto jovial y alegre, porque cuando bebieron de las aguas mágicas de la cascada encantada se transformaron en monstruos terroríficos.
Ayudado por las hadas y el guía del bosque me disfracé con mi peluca vegetal y pude escapar entre los pinchos amarillos, pero los monstruos me persiguieron hasta el pueblo humeante donde saciaron su sed y su hambre.
No se si tendré el valor de volver.........
Roberto
1 comentario:
¡¡ La otiá!! jajajajaa,,estamos hechos unos fenómenos,,aunque es la última vez que me voy de marcha con este grupo sin la empanada,,,jajajaja.
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