Martín Chambi (1891-1973), primer fotógrafo indígena de América Latina es, tal como lo señala la fotógrafa argentina Sara Facio, el primero que "mira a su gente con ojos no colonizados". Hijo de una familia inca de agricultores, Martín Chambi posee una visión indigenista genuína. Su mirada no está contaminada de compasión sino de un sentimiento noble que trasciende la condescendencia miserabilista tan propia de quienes miran desde afuera. Su obra es un compendio sensible que da testimonio de su país, enalteciéndo la presencia de la cultura indígena, registrando con atención y finura poética los retratos de la burguesía cuzqueña; documentando con ojo sensible la topografía de los monumentos incas, la arquitectura colonial, las escenas rurales y cotidianas, los eventos sociales.
Contrastes en los temas, contrastes, también en el método al escenario de luz natural de su estudio fotográfico donde fija las poses de la alta sociedad, de los artistas e 'intelectuales, se oponen sus andanzas, a lomo de mula, por parajes remotos para fotografiar la vida cotidiana indígena, sus costumbres, sus fiestas, su gente. La obra fotográfica de Martín Chambi concluye en 1950 a raíz de un trágico terremoto que desvasta Cúzco y que deja un saldo de 35.000 víctimas. El, que había participado de todas las facetas de la vida cuzqueña sintió repentinamente el desgarramiento de su fuente de inspiración. Fue Chambi el primero en revelar el hallazgo arqueológico de Machu Picchu en fotografía, tras el descubrimiento en 1915 de Hiram Bingham de la ciudadela inca. El tema de los vestigios arquitectónicos fue constante en su obra y por ello sus últimas fotografías constituyen un documento contundente de la permanencia de la arquitectura inca que se mantuvo erguida entre las ruinas de las construcciones coloniales y modernas. Una circunstancia particular introduce a Chambi a la fotografía siendo contratado su padre por la compañía minera inglesa Santo Domingo en la explotación del oro, el joven Chambi tiene ocasión de convertirse en el ayudante del fotógrafo de la empresa quien le enseña las bases técnicas de la fotografía. Será luego, por un lapso de nueve años, aprendiz de Max T. Vargas, en su estudio de Arequipa, uno de los mejores dotados en el Perú. Conoce ahí la obra de Rembrandt que le inspira la utilización del contraste y del claro oscuro, por lo cual Chambi mereció el nombre de "poeta de la luz".
La actividad de Martín Chambi refleja bien el compromiso que asumió con su cultura y su época. Fue miembro fundador de la Academia de Artes Plásticas de Cuzco, del Instituto Americano de Arte, e igualmente, junto con sus hijos creó clubes de cine y de fotografía. Publicó sus fotos en los diarios El Sol y La Crónica del Perú y en 1930 cuando se instaló el ferrocarril entre Cuzco y Buenos Aires publicó en La Nación y en La Prensa de la capital argentina.
Irving Penn alquiló el estudio de Martín Chambi en 1948. Ahí comenzó el reconocimiento internacional de su obra. Luego fue el antropólogo y fotógrafo norteamericano Edward Ranney quien interesó a la Erthwatch Expedition de los Estados Unidos y organizó un via je de profesores al Perú donde, durante dos meses, se revisó y clasificó las 14 mil placas de vidrio de su archivo, con la colaboración de Víctor y Julia Chambi, hijos fotógrafos de Martín. La investigación y el interés de Ranney concluyó en una gran muestra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Otras capitales del mundo rendirían un homena je de reconocimiento a la labor fotográfica de Chambi: París, Londres, Zurich y Buenos Aires.
El de Martín Chambi es un testimonio humano, un documento histórico y antropológico en el cual la mirada del fotógrafo es indivisible de la expresión e identidad de una cultura.
Si desea información más completa y detallada de la vida y obra de Chambi vaya AQUI (página de Jorge Heredia, especialista sobre Chambi)
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